Cuando llegas a Xicotepec, te sumerges en un espacio donde la historia y la cultura prehispánica aún resuenan entre las montañas cubiertas de neblina. Este rincón mágico de Puebla ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos que le dieron vida a lo que hoy conocemos como Xicotepec de Juárez.
Xicotepec, cuyo nombre significa “En el Cerro de los Abejorros” en náhuatl, fue conquistado por los toltecas en 1120 bajo el mando de Huemac, el quinto rey del imperio tolteca. Antes de su llegada, este territorio estaba habitado por los totonacas, quienes fueron desplazados tras la expansión del reino tolteca. Aunque los toltecas no permanecieron por mucho tiempo, este territorio fue disputado y, más tarde, cayó en manos de guerreros chichimecas que se asentaron aquí por 42 años, hasta 1162. A pesar de que Xicotepec no es oficialmente parte del Totonacapan, sus lazos con la región de Veracruz son profundos y se mantienen hasta hoy.
Durante la época colonial, Xicotepec continuó ganando relevancia con la llegada de los agustinos en 1571. Estos frailes, además de evangelizar a la población indígena, dejaron una huella arquitectónica al construir varios edificios icónicos, como la Casa Real y la iglesia dedicada a San Juan Bautista, cuyo patronazgo sigue vivo. La construcción de la iglesia, iniciada en 1572, no se completó hasta 1772, cuando los frailes franciscanos culminaron la obra. Este imponente edificio es hoy uno de los emblemas más importantes del pueblo.
Fray Juan de Zumárraga, quien visitó Xicotepec en 1598, fue un personaje crucial en la conversión de los indígenas al cristianismo. Más tarde, en la época de la conquista, el territorio fue disputado entre varios encomenderos hasta que Hernán Cortés, en 1528, lo independizó de Texcoco. Este evento marcó un punto de inflexión en la historia de Xicotepec, separándolo de su pasado ligado al centro del poder mexica.
El 17 de enero de 1861, Xicotepec fue elevado a la categoría de municipio, y más tarde, el 16 de julio de 1895, fue nombrado “Villa Juárez” en honor a Benito Juárez. Este cambio reflejó la importancia creciente de Xicotepec en la región, tanto política como culturalmente. La transformación del pueblo ha sido constante, desde sus raíces prehispánicas hasta su presente como una villa llena de historia y tradición.
Hoy, Xicotepec es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan de manera mágica. Sus calles, templos y paisajes te invitan a descubrir un destino que conserva su esencia histórica mientras ofrece una cálida bienvenida a quienes lo visitan. Sumérgete en su historia y explora un rincón único de México que combina cultura, tradición y belleza natural.